Esteban y Nobara no se conocían hasta que, en Internet, empezaron a encontrar sus fotos tomadas por el otro. Más allá de cierta afinidad por unos temas particulares lo que les hizo iniciar esta conversación fotográfica fue el número de tomas casi idénticas de los mismos lugares, separadas a veces por horas y otras por años, como si se tratara de gemelas separadas al momento de nacer, solo que en este caso, lo extraordinario es que son gemelas a pesar de haber nacido en momentos diferentes y de padres distintos.
Ante las preguntas acerca del azar, la originalidad y la casualidad decidieron juntar las fotos, presentarlas como se haría con las hermanas perdidas, y el resultado es este libro. Las fotos que aparecen acá fueron tomadas en un período de 11 años por un señor y una señora que nunca han coincidido en el mismo momento y a veces ni siquiera en el mismo lugar y no obstante se parecen mucho, son dos miradas similares, si bien paralelas, hacia el mundo; podrían ser la ilustración del lugar común y sin embargo señalan la diferencia: el encuadre, el ángulo, las condiciones climáticas, la fecha o la calidad de las cámaras operan como elementos determinantes para entender las sutiles diferencias detrás de las grandes casualidades.
*Texto para el ensayo fotográfico “Chiripa”, creado a destiempo con Esteban Borrero desde 2016